Agrega antihemorrágicos a tu botiquín de primeros auxilios

Algo muy útil en tu botiquín de primeros auxilios es la presencia de un antihemorrágico, los cuales no son tan conocidos al menos que la persona tenga experiencia con las hemorragias frecuentes o alguien cercano a ella.

Los antihemorrágicos suelen ser parte del tratamiento de trastornos hemorrágicos, los cuales pueden ser tanto congénitos como adquiridos. Algunos pacientes con hemofilia utilizan este tipo de medicamentos constantemente ya que se han mostrado increíbles beneficios

Generalmente los antihemorrágicos ayudan a que las plaquetas mejoren su funcionamiento para poder taponar la hemorragia y favorecen la coagulación sanguínea.

Uso de los antihemorrágicos

Los antihemorrágicos son una elección correcta para pertenecer a tu botiquín de primeros auxilios, manteniendo en mente la futura atención de un incidente inoportuno que nos ocurra a nosotros o a los que nos rodean.

Estos medicamentos están preparados para combatir cualquier tipo de hemorragia pequeña, ya sea interna o externa. Atiende las hemorragias continuas como las hemorragias nasales o las que suceden a raíz de la extracción de un diente.

Es preferible y sumamente recomendado que el antihemorrágico a añadir a tu botiquín de primeros auxilios venga en modo inhalador, esto nos permitirá rociarlo en una gasa y emplearlo directamente sobre la hemorragia en caso de que ésta sea externa.

Uno de los antihemorrágicos más conocidos es la vitamina K o fitomenadiona, la cual además de generar glóbulos blancos, es de gran necesidad en el proceso de coagulación de sangre.

Los pacientes que necesitan antihemorrágicos pueden presentar deficiencia de vitamina K, por lo tanto, presentar hemorragias internas de gran nivel.

Los niños recién nacidos suelen poseer niveles muy bajos de vitamina K, la cual no viaja al organismo fácilmente a través de la placenta como otros nutrientes y el contenido de la leche materna contiene escazas concentraciones de esta vitamina, por lo tanto, se debe proporcionar a los recién nacidos de vitamina K para prevenir cualquier clase de incidente.

En casos de hemorragias sumamente intensas, se puede administrar vitamina K para ayudar a que cese.

Asimismo, si se conoce la posibilidad de que ocurra una hemorragia y es una situación en la que no se puede permitir que suceda, es posible aplicar vitamina K previamente para que su efecto ayude evitando las hemorragias.


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