Es común que en las casas se tenga un botiquín de primeros auxilios conteniendo todo tipo de productos para el tratamiento de enfermedades, heridas, quemaduras, raspones o cualquier complicación médica.
Es aquí donde se debe tener en cuenta para cualquier tipo de incidente puede ser indispensable mantener en tu botiquín de primeros auxilios alguna sustancia antiséptica.
El alcohol lo puedes conseguir en las farmacias u otro tipo de tiendas en sus diversos tamaños y presentaciones, luego de adquirirlo puedes guardarlo en tu propio botiquín de primeros auxilios para tenerlo a tu disposición cuando se presente una necesidad.
El alcohol etílico y su función de antiséptico
El alcohol etílico a una concentración de 70% suele tener un efecto antibactericida de gran potencia, así que se utiliza como antiséptico. De hecho, a las concentraciones especiales del alcohol etílico o etanol y el alcohol isopropílico se les conoce como “alcohol quirúrgico”.
El alcohol que podemos guardar en nuestro botiquín de primeros auxilios, suele utilizarse debido a sus propiedades antibacterianas para desinfectar la piel, algún instrumento quirúrgico o alguna superficie con la que el paciente entrara en contacto.
Este es el caso de cuando se realizan inyecciones o se extrae sangre, ya que para evitar las bacterias que podemos encontrar en la piel o el medio externo, se aplica un poco de alcohol en la zona utilizando un algodón.
Se debe tener mucho cuidado ya que, al ser un líquido irritante, no puede aplicarse directamente sobre heridas abiertas.
Se conoce que el alcohol etílico de 70 grados elimina un 90% de bacterias, por ello, aun cuando existen presentaciones de alcohol de 96 grados, la presentación de 70 grados es suficiente para destruir las bacterias presentes.
El alcohol isopropílico es mucho más potente que el alcohol etílico, sin embargo, causa vasodilatación que pueden originar hemorragias. Mantén el alcohol dentro de tu botiquín de primeros auxilios, en un lugar seco y alejado de cualquier fuente de calor, como la cocina, ya que es una sustancia inflamable.
Además, asegúrate de que los niños no tengan acceso al alcohol.